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¿Las limpiezas bucales provocan sensibilidad dental?

Tal vez nos hayamos preguntado si es frecuente sentir sensibilidad dental tras una limpieza. Y es que, efectivamente, este efecto secundario es bastante común en estos casos. Ahora bien, ¿por qué se produce esto? ¿Es algo que deba preocuparnos?

¿Qué es la sensibilidad dental?

La sensibilidad es una respuesta dolorosa ante cierta situación del diente. Lo más común es que se dé ante la pérdida de parte del esmalte o ante el retroceso y retracción de la encía. Es decir, cuanto más expuesto esté el diente, más probabilidades tendrás de sufrir sensibilidad dental. Esta se puede dar al tomar bebidas frías o calientes, por ejemplo, como pinchazos agudos de dolor. En ocasiones, aparecen justo después de una limpieza dental.

¿Se puede tener las encías inflamadas tras una limpieza bucal?

Vamos a empezar por lo básico. Antes que nada, cabe recordar una vez más la idea de que la limpieza dental es un recurso de higiene esencial. De hecho, lo recomendable es visitar a nuestro odontólgo cada seis meses, aproximadamente, para que nos realice una limpieza bucal. De esta manera, nos aseguramos de que no se forme placa bacteriana entre nuestros dientes. Si no la eliminamos, podría dar lugar a un principio de gingivitis o evolucionar hacia una periodontitis.

No obstante, que sea una práctica necesaria y beneficiosa no significa que no tenga problemas asociados. Por ejemplo, tener las encías inflamadas tras una limpieza bucal puede ser algo relativamente normal. Pero, ¿qué es exactamente lo que produce esta reacción y qué podemos hacer ante ella?

Generalmente, la limpieza dental tiene el objetivo de eliminar toda la placa bacteriana acumulada que haya en los dientes. Esto implica quitar todos los restos de alimentos o bacterias que haya para conseguir una limpieza total y una boca cuidada. Aunque puede ser molesta, es necesaria para mantener una correcta higiene. Y no desgastará ni tus dientes ni su esmalte.

El motivo es muy sencillo: con la limpieza queda expuesta parte del diente que antes estaba oculta a causa del sarro. Esta parte puede tener una capa mucho más fina de esmalte, lo que termina por producir un espacio menos protegido en el que se sienta mucho más la sensibilidad dental.

De hecho, este no es el único efecto típico, ya que se pueden tener las encías inflamadas tras una limpieza bucal. Por lo general, esto se debe a una existencia previa de una inflamación de las mismas o porque el contacto de los aparatos del dentista haya ocasionado alguna pequeña herida. En cualquier caso, tanto la sensibilidad como el sangrado son perfectamente normales. Por lo tanto, no tenemos por qué preocuparnos en ambos casos ni tiene que ser un motivo para evitar este tipo de tratamientos de higiene bucal.

Algunas recomendaciones después de hacerse una limpieza dental

Seguro que muchos nos hemos preguntado si después de una limpieza dental puedo comer lo que quiera o si tengo que tener algún tipo de precaución específica con los dientes. Por ello, queremos resolver este tipo de dudas ofreciendo algunos consejos básicos que nos servirán tras una limpieza dental:

  • Cepillarse con suavidad. Esta es otra manera de proteger toda la zona cercana al diente. Para ello, incidiremos menos en la parte inflamada para que pueda recuperarse mucho antes.

  • No comer nada que aumente la sensibilidad dental. Esto podemos atribuirlo tanto a alimentos sólidos como a líquidos, ya sea un vaso de agua fría o refrescos azucarados. Otras cosas que tendremos que evitar por un par de días son los dulces y azúcares, así como todo aquello que, en general, pudiese activar esa sensibilidad. A mucha gente las limpiezas no le producen ninguna molestia y pueden seguir con su dieta normal inmediatamente después.

  • Evitar el café o el té. Después de una limpieza, debemos evitar el consumo de este tipo de bebidas, al menos, durante las primeras 24 horas.

  • Utilizar una pasta de dientes específica. Existen pastas y geles para encías inflamadas que nos ayudarán a aliviar la hinchazón y las molestias que se produzcan. En este caso, nuestro dentista será la persona indicada que nos recomiende un producto concreto para aliviar el dolor.

¿Qué hacer si la sensibilidad dental no cede?

¿Hasta qué punto el dolor es algo normal? Esta pregunta es algo que nos preocupa a todos después de una limpieza dental y dependerá de varios factores, como por ejemplo, el estado de nuestra dentadura. Un claro ejemplo son aquellas limpiezas que han requerido un mayor trabajo y que han eliminado mayor cantidad de sarro, donde el dolor se puede prolongar bastante más. Las bocas menos cuidadas, al final, acaban desarrollando nuevos problemas. Y cuanto más exhaustiva sea la limpieza, más probable es que el dolor dure más tiempo.

Por otro lado, el estado general de las encías también será crucial. Si ya existía una infección previa, es habitual que el sangrado no se corte del todo de golpe, aunque es cierto que una limpieza bien efectuada termina con dicha infección. En esta situación, podemos necesitar dos sesiones o más para recuperar la normalidad en los dientes.

Generalmente, se estima que, a partir del cuarto día, empieza a ser raro cualquier tipo de dolor o molestia. Si después de dos semanas vemos que tenemos sensibilidad o sangrado frecuente, lo mejor que podemos hacer es volver a ponernos en contacto con nuestra clínica dental para que nos ofrezca una solución.

La importancia de mantener el cuidado

Finalmente, tenemos que hablar de otro aspecto importante. No hay que obviar que el estado de nuestros dientes después de una limpieza es el que tenemos que tratar de preservar en todo momento. Y esto solo podemos hacerlo a través de un cepillado correcto y diario, así como del uso de hilo dental y del colutorio. Aun así, una buena higiene diaria no será condición suficiente para nuestros dientes, ya que vamos a necesitar también de una higiene bucal como un mecanismo extra para mantener nuestra boca en perfecto estado.

En conclusión, tener sensibilidad dental tras una limpieza es algo habitual, así como el sangrado de encías. Los primeros días no hay de qué preocuparse, pero si esta situación persiste, lo recomendable es que acudamos a un profesional para que resuelva el problema.

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